Tres meses después de que se anunciara la decisión de convertir en obligatorio el desvío de vehículos pesados de la Nacional 120 a la autopista León-Astorga (AP-71) aún no se sabe nada de esa meida.
Los sectores afectados (transportistas, gasolineras, comercio o restauración) siguen rechazando la imposición de pagar el peaje de la autopista (aún con el 75% de bonificación de la Administración Pública) al mismo tiempo que se insiste en que la mejor opción siempre ha sido la ‘libre circulación’ a través de la AP-71
El desvío de camiones supondrá pérdidas que en algunos casos que podrían llegar al 80% y que pueden dar lugar a despidos o cierre de negocios, aseguran los afectados.
Fue en noviembre del pasado año cuando se anunció que el desvío del tráfico pesado por la autopista León-Astorga tendría un carácter obligatorio siempre con el objetivo de aliviar el tránsito en la Nacional 120.
El objetivo final es sacar de esta carretera nacional casi un millar de vehículos pesados que, según los cálculos de las administraciones, circulan a diario por ese vial.