Los trabajadores autónomos leoneses encabezan, con 435, el número de bajas por enfermedad de este colectivo en la Comunidad. No obstante, en 2018 cogieron un 30% menos de incapacidades temporales por contingencias comunes que los asalariados, aunque estas bajas son de mayor duración que la de los asalariados.
Los datos de la Seguridad Social revelan que los autónomos que cogen una baja presentan dolencias mucho más graves que las de los asalariados.
La presidenta de la Federación de Autónomos de Castilla y León (Ceat), Yolanda Hernández, destacó que el autónomo «solamente contempla las bajas en supuestos de enfermedades graves o duraderas que impidan continuar con su actividad», y que solicita la incapacidad temporal cuando la enfermedad «requiere cesar complemente la actividad y cuando sabe que va a estar enfermo por un tiempo duradero».
En el conjunto de la comunidad, el número medio mensual de bajas de los autónomos se situó en 1.802, que suponen el 0,9% del colectivo protegido al final del ejercicio; mientras que las de los asalariados ascendieron a 14.424, el 1,9% del total. Estos datos evidencian que los asalariados que cogen bajas duplican en proporción a los trabajadores por cuenta propia.
