Los miembros del Ejecutivo autonómico han subrayado que la prioridad en este momento es trasladar a la sociedad la importancia de seguir todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias y contener la pandemia.
Los consejeros han trasladado a los sindicatos CCOO y UGT y a la Confederación de Organizaciones Empresariales (Cecale) que los esfuerzos del Ejecutivo de Castilla y León se centrarán en el apoyo a las empresas –en particular a pymes y micropymes–, a los autónomos, a los trabajadores afectados por Expedientes de Regulación de Empleo y a los colectivos más vulnerables.
La Junta está trabajando en fórmulas para ofrecer apoyo financiero y liquidez a empresas y emprendedores, con una atención especial al ámbito de la agroindustria. Desde el punto de vista laboral, se van a redefinir algunas líneas de subvenciones incluidas en el Plan Anual de Políticas de Empleo con el fin de ayudar a las compañías a mantener los puestos de trabajo, garantizar la protección de los trabajadores e incentivar su futura contratación en el caso de las extinciones que puedan producirse por esta crisis.
En concreto, se prevén ayudas a empleados afectados por Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) con causa en el COVID-19; a empresas inmersas en estos procesos para el pago de la cuota empresarial a la Seguridad Social; a personas que hayan sido despedidas y no reciban ningún tipo de subsidio por desempleo o prestación, y a trabajadores que pierdan su puesto de trabajo y tengan dificultades de empleabilidad.
Por otra parte, la Consejería de Empleo e Industria se ha comprometido a flexibilizar la presentación y tramitación de ERTEs, que además deberá realizarse desde mañana por vía telemática.
También solicitará al Ministerio de Trabajo y Economía Social autorización para que las comunidades autónomas puedan transferir fondos desde los programas de formación y orientación a los de empleo –con el objetivo de intensificar los apoyos para dinamizar el mercado laboral– e instará al Gobierno central a que solicite a la Comisión Europea la excepcionalidad en el Régimen de Mínimis –de manera que se suavicen los límites de la cuantía máxima de determinadas subvenciones a las empresas–.
En el contexto de esta coyuntura económica y social originada por la crisis del COVID-19, el Gobierno autonómico está diseñando la implementación de medidas de apoyo a las personas más vulnerables y se ha acordado la definición de una línea de ayudas específica para fomentar el teletrabajo entre las pymes de la Comunidad.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León, Santiago Aparicio, exigió hoy a la Junta que “no sea miedosa y habilite para las empresas los millones de euros que hagan falta porque será la única manera de que puedan sobrevivir y mantener el empleo” ante la crisis generada por el coronavirus.
Aparicio trasladó al Ejecutivo sus reivindicaciones en una reunión con cuatro consejeros esta tarde en la que se puso sobre la mesa un plan económico y laboral para hacer frente la situación. El dirigente patronal explicó que concretarán las medidas con urgencia durante los próximos días, aunque la situación es de “incertidumbre” y es preciso que conozcan las nuevas resoluciones que aprobará mañana el Gobierno en el Consejo de Ministros.
Santiago Aparicio dejó claro que “lo primero es preservar la salud de las personas” y rogó encarecidamente a todos los ciudadanos que cumplan con las medidas de contención y se queden en sus casas salvo “para lo justo y necesario”.
Aparicio defendió que los expedientes de regulación de empleo sean temporales, conforme a una situación coyuntural, para conservar el empleo, y felicitó que se hayan flexibilizado y se presenten vía telemática desde mañana.
El presidente de Cecale explicó a Ical, que han solicitado a la Junta financiación y que se retrase el abono de impuestos y se tengan que pagar sin intereses cuando corresponda. Asimismo, exigió medidas de liquidez para que las empresas puedan pagar a sus proveedores, y medidas de financiación para que puedan continuar con sus inversiones.
En este sentido, reclamó subvenciones y exenciones de impuestos para las pymes, sobre todo para las que se han visto obligadas a cerrar; y préstamos avalados por Iberaval a intereses mínimos o a tipo cero. Junto a esto, reclamó el establecimiento de créditos por parte del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) para aquellas empresas que no consigan financiarse en los bancos.
Santiago Aparicio también concretó su petición de subvenciones de hasta el 70 por ciento de la inversión, con un límite de 14.500 euros, para equipos y consultoría, para impulsar el teletrabajo y que la gente se pueda quedar en casa. Unos apoyos, dijo, que “servirán de mucho a futuro, para que las empresas sean más competitivas tecnológicamente”.
“Es fundamental que todas las empresas sobrevivan todas, o las máximas posibles y para que la situación se pueda revertir; es fundamental la liquidez, así como ayudas a la excedencia o de reducción de jornada”, resumió.