El delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, mantuvo el pasado lunes un encuentro con los representantes de CEOE Castilla y León para explicarles, como viene haciendo con agentes sociales y otras entidades, las líneas generales del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, durante la que hizo especial hincapié en el papel fundamental que este documento, que ahora se está negociando en Europa, otorga a la pequeña y mediana empresa, mayoritaria en la región.
Izquierdo explicó el sistema de reparto de los fondos europeos entre las comunidades autónomas, que se basará en la financiación de propuestas relacionadas con la rehabilitación y regeneración urbana, la transición ecológica, la digitalización o la movilidad, entre otras, en respuesta a proyectos presentados por las comunidades.
La forma en la que los fondos llegarán a las empresas, según explicó el delegado del Gobierno, será a través de licitaciones de obras, servicios o suministros, así como convocatorias de ayudas en concurrencia y mecanismos de colaboración público-privada, que se facilitarán agilizando sus trámites, mediante asociaciones de empresas, consorcios, sociedades mixtas o reconociéndolos como PERTE, proyectos estratégicos para la recuperación, transformación y resiliencia, que se entiende que tienen un gran impacto en la economía, de modo que estos contarán con un acuerdo del Consejo de Ministros que reconocerá su carácter estratégico.
El presidente de CEOE Castilla y León, Santiago Aparicio, destacó que los fondos europeos constituyen una oportunidad histórica que debemos aprovechar para que los recursos se destinen a los proyectos de inversión liderados por el sector privado, ya que son necesarios para elevar permanentemente el crecimiento potencial y la competitividad del futuro de Castilla y León.
Por ello, según señaló Aparicio, “desde CEOE Castilla y León, a través de sus organizaciones miembro, se está trabajando para ofrecer información y asesoramiento a las empresas, con el fin de identificar y presentar proyectos transformadores y viables que puedan recibir apoyo económico y financiero para poder desarrollarse, con especial atención a la colaboración público-privada”.
El delegado insistió en que “nadie se ha perdido nada”, puesto que aún no se han puesto en marcha las convocatorias, que “las PYME serán prioritarias y que habrá criterios de cohesión territorial”.
De igual forma, hizo hincapié en que el Plan de Recuperación se basa en que la economía del país debe modernizarse, y eso pasa por hacer un esfuerzo por apostar por las pymes, digitalizándolas, preparándolas para los requerimientos del futuro, de modo que ganan en competitividad, así pues, habrá convocatorias muy específicas para pymes, y, en otros casos, se primará que las grandes empresas sean arrastre de aquellas.