El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado jueves 27 de diciembre la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 900 euros mensuales por catorce pagas a partir del 1 de enero, lo que supone un incremento del 22,3%, el mayor alza desde 1977, equivalente a 164 euros más mensuales.
El Salario Mínimo para cualquier actividad en la agricultura, industria y servicios, sin distinción de sexo y edad de los trabajadores, queda fijado en 30,00 euros/día o 900,00 euros/mes, según el salario esté fijado por días o por meses. En el caso del salario día, no está incluida la parte proporcional de domingos y festivos.
La revisión establecida en el citado RD sobre el salario mínimo no afecta ni a la estructura ni a la cuantía de los salarios que viniesen percibiendo los trabajadores, cuando los mismos en su conjunto, y en cómputo anual, fuesen superiores a dicho salario mínimo. A tales efectos, el salario mínimo que se tomará como término de comparación, será el resultado de adicionar a los salarios mínimos señalados antes, los complementos salariales que tengan la condición de tal, según el Estatuto de los Trabajadores, sin que en ningún caso pueda considerarse una cuantía anual inferior a 12.600 euros.
Los trabajadores eventuales y temporeros cuyos servicios a una misma empresa no excedan de 120 días percibirán conjuntamente con el salario mínimo antes citado, la parte proporcional de la retribución de los domingos y festivos, así como la proporcionalidad de las dos gratificaciones extraordinarias a que, como mínimo tiene derecho todo trabajador. En ningún caso, las cuantías del salario profesional pueden resultar inferiores a 42,62 euros por jornada legal de actividad. Para los empleados de hogar que trabajen en régimen externo, será de 7,04 euros por hora efectivamente trabajada e incluye todos los conceptos retributivos.
Cabe recordar que desde las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme, en las que Fele está integrada, denunciaron la subida del salario mínimo a 900 euros mensuales al “cuestionar el diálogo social” y por los “efectos negativos” en la negociación colectiva.
